La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) informó que la nueva inspección físico-mecánica a vehículos particulares, que formará parte de la Verificación Vehicular, podría ser condicionante para rechazar un auto y obligar su reparación.
La Sedema explicó que los resultados de la revisión no serán determinantes en el primer periodo de verificación, que comenzará a aplicarse a partir del 1 de julio y terminará el 31 de diciembre de 2018. Sin embargo, se analizaran los resultados para establecer parámetros y, así, rechazar u otorgar el holograma de verificación.
Al respecto, Beatriz Cárdenas, directora de Gestión de la Calidad del Aire de la Sedema, explicó que, en el segundo semestre de 2018, la inspección físico-mecánica sólo se aplicará para obtener estadísticas y diagnósticos del estado en que se encuentra el parque vehicular de la Ciudad de México.
Los resultados se analizarán y las autoridades tendrán un fundamento para determinar si el estado del auto es motivo para rechazarlo y obligar a su reparación, como ya ocurre en el caso de las emisiones de gases contaminantes.
“Eso va a depender justamente del resultado y de la información que tengamos. Tenemos revisiones e información, pero midiendo el total de la flota tendremos un fundamento para definir si puede o no ser un motivo de rechazo”, detalló Cárdenas.
Cárdenas justificó la medida afirmando que contar con un parque vehicular en buen estado físico-mecánico tiene beneficios en cuanto a seguridad vial, pues se reducen los accidentes por fallas mecánicas.
By Excelsior
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