Con el fin de desincentivar el uso del automóvil y disminuir la contaminación en la CDMX, el gobierno local publicó la norma técnica para la reducción de cajones de estacionamiento para automóviles en nuevas construcciones.
La Ley de Establecimientos Mercantiles señalaba que las edificaciones habitacionales con dimensiones de hasta 120 metros cuadrados debían contar con un cajón por vivienda, las construcciones de más de 120 metros cuadrados y hasta 250 metros tenían permitido dos cajones por vivienda. Mientras que las tiendas de autoservicios y departamentales debían contar con un cajón por cada 40 metros cuadrados construidos.
Con la nueva norma, el número de cajones se reducirá, debido al cambio de valores: lo que antes era un mínimo de cajones, ahora será la medida máxima, evitando el sobrecupo y el uso excesivo del auto.
De acuerdo con el estudio “Menos cajones, más ciudad”, las antiguas medidas ocasionaron un acelerado incremento del número de estacionamientos en la ciudad (hoy en día el uso de suelo con mayor crecimiento), con el consecuente empeoramiento del tráfico, incremento en el precio de las viviendas, bienes y servicios.
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La misma historia de siempre «Desincentivar el uso del auto». ¿No se tendrían que generar alternativas antes de las medidas restrictivas? Como todo en este gobierno, las cosas se hacen al revés.
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