En las calles de la CDMX es frecuente ver autos circulando con la puerta chocada, la defensa dañada o sin retrovisores. Estas averías suelen ser ocasionadas por los típicos banquetazos o, en el peor de los casos, por una colisión severa.
Para algunos conductores, estos daños son considerados visuales, pues sólo causan un mal aspecto, sin embargo, para los técnicos y expertos en el sector un golpe, aparentemente mínimo, puede acabar con la vida del automóvil.
Un golpe o uno rose puede modificar la estructura original del vehículo y disminuir su fortaleza integral. Por lo que, la gravedad de la avería dependerá del lugar del golpe.
- Daños en el motor
Aunque la mayoría de las colisiones ocurren de frente, es raro que el motor se rompa en un accidente. Sin embargo, su vida útil puede reducirse si alguno de sus componentes se daña con el impacto. Al momento, puede circular de forma habitual, pero en pocos días puede “morir” en plena marcha.
- Fallas en el área de toma de aire
Una colisión puede dañar la toma de aire, impidiendo la entrada del mismo, dificultando la refrigeración. Dependiendo de la magnitud de la falla, puede poner en riesgo las mangueras o tuberías del vehículo.
- Fallas eléctricas
Después de un impacto es frecuente que surjan averías en el cableado del auto y por consiguiente en el sistema eléctrico, A simple vista el daño puede ser insignificante, pero puede mermar el funcionamiento del aire acondicionado, los faros y la baliza dejen de funcionar. Otros componentes del vehículo, como la computadora y el sistema informático dependen de la energía, por lo que una falla en el mismo puede diezmar su funcionamiento.
- Modificación de la percepción de los espacios
Un choque puede dañar la carrocería, abollando las puertas, tumbando la defensa o deformando la parte trasera. Estos daños pueden modificar la dimensión original de nuestro vehículo, lo que dificultará las maniobras al estacionarnos, dar vuelta o pasar un tope. Además, un siniestro que afecta las puertas ocasiona que estas ya no se abran o cierren correctamente, lo que puede desencadenar un incidente mayor.

Imagen: @alertasurbanas
Aunque el golpe parezca pequeño, es fundamental acudir al servicio o al taller después de un siniestro. Ellos no sólo repararán la avería, también se encargarán de prevenir cualquier falla derivada del incidente.
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Categorías:Editorial